Monday, June 05, 2006

VUELTA A CASA


Borges, con los años, fue prescindiendo de la sorpresa. En "Historia Universal de la Infamia", el mismo título -como reconoce- pretendía aturdir. El barroquismo de los textos gustaba de la sorpresa verbal (adjetivos inesperados o contrapuestos) o de la sorpresa intelectual (juegos de la lógica). Pero Borges se cansó de estos artificios y pretendió avanzar a la simplicidad. Colocar la palabra justa (le mot juste), la palabra esencial: agua, pan.
Esa evolución a la sencillez, ese descargarse de la necesidad de sorprender a los otros, es una muestra de madurez. Con los años, nos volvemos a lo corriente. Volvemos a casa, como Ulises; volvemos a Penélope, también. Nos reconocemos, en algún momento de la vida, cansados de tanta aventura fantástica (real o fantaseada) o descubrimos que los paraísos soñados no son sino un encantamiento de Circe. Entonces, hacemos el camino de vuelta a lo esencial de la vida y al volver nos renococe nuestro perro. Y nos damos cuenta de que ella nos esperaba y nuestro hijo había salido a buscarnos.


ARTE POÉTICA

Mirar el río hecho de tiempo y agua
Y recordar que el tiempo es otro río,
Saber que nos perdemos como el río
Y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
Que sueña no soñar y que la muerte
Que teme nuestra carne es esa muerte
De cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
De los días del hombre y de sus años,
Convertir el ultraje de los años
En una música, un rumor y un símbolo,

Ver en la muerte el sueño, en el ocaso
Un triste oro, tal es la poesía
Que es inmortal y pobre. La poesía
Vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
Nos mira desde el fondo de un espejo;
El arte debe ser como ese espejo
Que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
Lloró de amor al divisar su Itaca
Verde y humilde. El arte es esa Itaca
De verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
Que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
Y es otro, como el río interminable.

1 Comments:

Blogger Gatito viejo said...

LLegar a la esencia de las cosas, simplificar, es verdaderamente difícil. Es todo un arte. Y es verdad, en la evolución de algunos creadores de distintas disciplinas está esa búsqueda de lo sencillo, lo esencial, lo importante. En literatura por eso me gusta Borges, y me gusta también mucho Juan Ramón Jiménez (Y tantos otros) es la historia de una evolución, de una madurez como creador.
Por cierto, preciosa la poesía que aportas, muy esclarecedora.

2:14 AM  

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