Tuesday, April 11, 2006

PUNSET Y LA FELICIDAD



Si se presentase a una elecciones, votaría a Eduardo Punset. Creo en el "seny" catalán, mezcla de cultura y educación, aderezada con sentido del humor y frescura juvenil. Eso que hoy falta en nuestra clase política. Pero, mientras no se presente, podemos leer sus libros.
En el último, "El viaje a la felicidad", se aproxima al mismo tema que en su día trató Bertrad Rusell ("La conquista de la felicidad"), con ese mismo toque inglés, pero desde una perspectiva científica.
Entre las cosas de este libro que me han interesado está la idea de asociación de organismos, como una constante de la historia biológica. Creemos en el amor como un movimiento del alma, o como decía Ortega y Gasset, una modalidad de la atención (que se concentra preferentemente en un objeto); sin embargo, se trata de algo más fuerte: biológicamente todo organismo busca otro con el que fusionarse. Biológicamente no estamos hechos para la soledad: el niño en la cuna ya busca un rostro que emita tonos agudos, para familiarizarse con él. Y desde la cuna, es en la cara de los demás donde se sitúa la "cola de pavo real" de nuestra especie.
Punset -al proponer una fórmula de la felicidad- incluye como factores que aumentan los índices de felicidad, dos que actualmente practicamos poco. Por una lado, científicamente lo particular es un índice más probable de felicidad que lo general. Es más importante -como generador de felicidad- el arbol que el bosque. La concentración en el detalle, el trato diferencial, personalizado, al modo del antiguo "médico de cabecera", que conocía a sus pacientes y -conociéndoles- les curaba. Por otro lado, la imaginación: imaginar situaciones que generen bienestar tiene el poder de provocar resultados fisiológicos correspondientes a situaciones de bienestar reales (lo mismo que, a la inversa, imaginar situaciones de estrés, estresa). Dhammapada dice: " 'Me insultó, me golpeó, me venció, me robó'. No cesa la agresividad de aquellos que albergan estos sentimientos de rencor". Es esta frase interna la que genera agresividad. El diálogo interno (lo imaginativo) se puede enfocar en una dirección positiva. En una palabra, "piensa bien y acertarás".
Una última idea útil: es un factor de felicidad la búsqueda y la expectativa, más que la consecución. Y para mantenerse en actitud de expectativa y ejercicio mental, conviene salir del ensimismamiento, para avanzar a lo multidisciplinar, de la especialización a la comunicación: la ignorancia de los demás, nos puede resultar valiosa, aportando perspectivas nuevas, o proporcionandonos un enfoque distinto, una visión fresca en temas a los que estamos dedicándonos. Se trata de utilizar esa capacidad metafórica que ha hecho progresar al cerebro de los homínidos. Es divertido relacionar cosas distintas, compararlas, establecer sinápsis divertidas, hallar puntos en común. Pero, además, biológicamente, esta es la forma en que históricamente se ha desarrollado nuestro cerebro.
El resumen de todo ello, lo hace Punset en una palabra: emoción. Piensa si este proyecto o esta relación te emocionan (yo diría, si son de verdad algo tuyo) . Si es así, ello probablemente tendrá un efecto multiplicador sobre los restantes factores de felicidad que en ese proyecto o relación se presenten.

3 Comments:

Blogger princesadehojalata said...

Un día escuché a Punset formular esta pregunta a un científico: ¿Hay vida antes de la muerte?.
Genial.

7:04 AM  
Blogger Portarosa said...

Muy interesante.

¿Me perdonas el atrevimiento de invitarte a leer esto, a ver qué te parece?: http://unhombresentadoenunasilla.blogspot.com/2005/08/el-sentido-de-la-vida-o-la-utilidad.html

Un saludo (y siéntete del todo libre para hacer con mi invitación lo que te apetezca, por supuesto).

3:25 AM  
Blogger Gatito viejo said...

Me ha "emocionado" tu post. Me ha gustado mucho y comparto contigo muchos aspectos. Saludos y gracias

3:36 AM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home