EL CURSO DEL AÑO
El membrillo trae el buen tiempo cuando ya teníamos la ropa de invierno puesta (el veranillo del membrillo, dicen en Córdoba). La semana que viene, como cada año, nos reuniremos en el pueblo para el concurso de dulces de membrillo. Es la fiesta que da paso casi al tiempo de Navidad, puerta del invierno. Cuando llegue la primavera, el buen tiempo traerá las habas y con ellas otra fiesta, en el campo, para comer habas tiernas del terreno con huevos fritos en aceite de oliva. El membrillo trae el invierno y las habas anuncian la primavera. Vivimos de esas íntimas alegrías que hay que festejar: el sol cariñoso y dulce que precede al invierno (el último sol) y la renovada ilusión de esas primeras amapolas que aparecen en las cunetas cuando el invierno termina.