Wednesday, June 13, 2007

NO ME ACUERDO

Durante los diez últimos años de su vida, mi madre fue perdiendo poco a poco la memoria. A veces, cuando iba a verla a Zaragoza, donde ella vivía con mis hermanos, le dábamos una revista que ella miraba atentamente, de la primera página a la última. Luego, se la quitábamos para darle otra que, en realidad, era la misma. Ella se ponía a hojearla con idéntico interés.
Llegó a no reconocer ni a sus hijos, a no saber quiénes éramos ni quién era ella. Yo entraba, le daba un beso, me sentaba un rato a su lado -físicamente, mi madre gozaba de muy buena salud y hasta estaba bastante ágil para su edad-; y luego salía y volvía a entrar. Ella me recibía con la misma sonrisa y me invitaba a sentarme como si me viera por primera vez y sin saber cómo me llamaba.
...
Es atroz tener que recurrir a una metáfora para decir "una mesa". Y la angustia más horrenda ha de ser la de estar vivo y no reconocerte a tí mismo, haber olvidado quién eres.
Hay que haber empezado a perder la memoria, aunque sea sólo a retazos, para darse cuenta de que esta memoria es lo que constituye toda nuestra vida.

Luis Buñuel ("Mi último suspiro")

1 Comments:

Blogger Mabalot said...

Tu sólo eres una red de blogs, y muy interesantes además.
Un saludo.

4:09 AM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home