Friday, February 24, 2006

LIBERTAD DE EXPRESION

He leído estos días: la libertad de expresión no ampara que un hombre pueda gritar fuego en medio de un teatro.

Tuesday, February 21, 2006

EL ESCRITOR VERDADERO


El otro día me contaba Angèline, autora del blog "Y sigue nevando", su proceso de escribir. Me sorprendió comprobar que es casi idéntico al de José Jimenez Lozano. Transcribo las palabras de Jimenez Lozano, para todo aquél que desee saber si es un escritor auténtico:

"El oficio de narrar es muy modesto y no tiene mucho que explicar [...] En principio, lo que hay que decir es que el narrador está en el mundo, en medio de los demás hombres, con historias de siglos a cuestas, y que, entonces, sólo tiene que mirar y escuchar, y ver luego como cuenta aquella historia que tiene que contar.Por lo que a mí respecta, comienzo por ver y oír esos personajes que cuentan ellos mismos esa historia, la suya o la de otros, o que la están viviendo. Se ven unos rostros, y se escuchan unas palabras, aunque de manera difuminada, y este proceso puede durar mucho tiempo. Y no es que no esté pendiente de él durante ese tiempo, sólo de vez en cuando afloran allá dentro de mí esos personajes y esas historias, y un día, sin saber por qué, se pone uno a escribir, un poco o un mucho como haciendo de puro amanuense; y, en realidad, no se sabe bien hacia dónde se va. Como mucho, se tiene una cierta idea del final, pero con frecuencia no es eso lo que luego sucede.En este tiempo de escritura, pongo sobre el papel absolutamente todo lo que voy viendo y oyendo, despacio y con cuidado, porque hay que escuchar bien las palabras y encontrar el modo de su ordenación, porque las palabras y su orden son todo, en la escritura literaria y muy especial en la narración, porque la narración no es otra cosa que levantar vida con palabras. El narrador vive la vida de sus personajes, pero tiene que lograr que eso mismo le suceda al lector. Tiene que arrastrar a éste a otros mundos que no son su mundo, sacarle de su vida, y comprometerle en la historia que se cuenta; pero también tiene el lector que oler a tierra mojada, oír un llanto o un susurro, sentir frío o silencio, y ver los lugares o los muebles que guardan una significación profunda para la historia que se está contando.Y en este tejer y destejer, porque hay que tachar, desprenderse de buena parte de lo escrito, y echarlo a la papelera, y hasta hay que arrojarlo todo en ella y volver a empezar - rara vez añadir algo a lo escrito, a menos que se escuche y se vea mejor - está todo el oficio de escribir, que es esperar. Se deja lo escrito en reposo mucho tiempo y se vuelve a leer, y se vuelve a dejarlo en reposo, y así cuantas veces sean necesarias, porque la lucha con las palabras y su ordenación es larga, hasta que se ve claro que toda intervención en esa escritura sería intromisión o manipulación, construcción e ingeniería. [...]" ("El oficio de narrar", en José Jiménez Lozano. Contra el olvido, edición de Amparo Medina-Bocos, León, Edilesa, 2002, pp. 7-8)

También Angèline ha destruído muchos de sus originales. Entra dentro del proceso de la verdadera literatura, esa que no cuenta con la publicación como única meta. Enhorabuena a todos los escritores verdaderos.

Thursday, February 16, 2006

BERNARDO LEE A MANUEL


Manuel Machado, el hermano por excelencia, era preferido de Bernardo, de aquél copio este epitafio a Alejandro Sawa, que Bernardo me leyó una tarde, en una terraza de los Jardines de Murillo:

Jamás hombre más nacido
para el placer, fue al dolor
más derecho.
Jamás ninguno ha caído,
con facha de vencedor,
tan deshecho.
Y es que él se daba a perder
como muchos a ganar.
Y su vida,
por la falta de querer
y sobra de regalar,
fue perdida...

Y ahora que lo escribo, pienso en Bernardo que me leía estos versos con emoción, y veo en ellos una cifra de su vida.

(Para Rocío)

Friday, February 10, 2006

MUNDO VACA


"VACA SOLA COMIENDO YERBA
COMIENZA LA CREACIÓN hubiera sido el Paraíso
DIOS SIN AMOR SIN HOMBRE SIN MUERTE SIN MUJER
DIOS SUFICIENTE EN UN REDONDO MISMO COMIENDO YERBA
un mundo de yerba COMIENDO SOLO
TODOS Y VACA UNA VACA SOLO".

Jorge Oteiza

Friday, February 03, 2006

LA FICCION DEL QUE PUDO SER

El joven novelista Joaquín Pérez Azaustre dice, en una entrevista reciente, algo que me parece verdadero: "el hombre y la mujer de hoy viven entre la realidad tangible y la imagen de lo que les gustaría ser". Esta dualidad entre realidad y ficción es lo que, según él caracteriza nuestra sociedad y, por tanto, nuestra literatura.
Creo que es así. La realidad se muestra excesivamente previsible, pedestre, reiterada, esforzada. Creo que sentimos eso que dice Agustín García Calvo: el futuro es el gran argumento de la alienación (el hipotético futuro mejor por el que hipotecamos nuetro presente, que es lo único que poseemos). Nuestra realidad es resignada y mate. En tal caso, escribir o leer ficción tiene la función de mantener la ilusión de una posible irrupción de lo mágico, de lo imprevisto, en lo cotidiano de cada uno. Como si pudiera existir una realidad alternativa, por poco verosimil que sea.
Acabo de ver en el mobiliario urbano el anuncio de Coca-cola, en que se celebra a aquél que lo dejó todo y puso un chiringuito en la playa. Esa es hoy la imagen de felicidad posible, de libertad posible: eso es lo irrealizable, y por tanto, la ficción. Pero nos gusta la ficción para soñar con ella. Sólo tenemos que ser conscientes de que se trata de un juego mentiroso, porque en ese juego renunciamos, de antemano, a ganar. En el fondo, sabemos que no jugamos en serio: ¿a qué estamos dispuestos para hacer realidad nuestros sueños? A nada. Esa es la verdad. Preferimos que aquello siga siendo un sueño (un punto de locura puramente teórica en nuestras vidas). Gil de Biedma decía que sólo maduraremos cuando nos despeguemos del fantasma que para nosotros es "el que podríamos haber sido". Ese ser -frustrado, anulado por la sociedad o el tiempo- lo hemos creado y lo mantenemos con vida nosotros. Es mentira: somos los que hemos decidido ser. Nunca ha existido ese marino frustrado, ese escritor frustrado, ese bohemio frustrado. Nuestra vida es la que es. Y previsiblemente seguirá siendo esa. Somos lo que somos. Esa es la realidad y lo otro, ficción, conformadora ficción.