Monday, November 24, 2008

EN ESTE LUGAR

Desde agosto no he vuelto a escribir aquí. He dejado en barbecho esta tierra y quizás ahora, aquí, pueda construir un lugar distinto; mío (y de quien quiera asomarse).


No sé porqué, este fin de semana, en Madrid, visitando la exposición de Rembrandt en el Prado, se apoderó de mí este autorretrado del pintor, uno de sus últimos cuadros, en el que -superviviente de la muerte de todos aquellos a quienes amó- se ríe. Relativiza, al final, la tragedia de la vida. Y, para hacerlo, se disfraza de aquél pintor de la antigüedad que muriera de risa pintando a una anciana. Se ríe de los años, del espectáculo de nuestra propia degradación.

Y, al volver, he querido recuperar este lugar para eso, para la risa, para mirar las cosas con dulce ironía.
Ese hombre arruinado, embargado por sus acreedores, continuó riendo mientras iba cayendo de una vivienda mala a otra peor. Y fue capaz de liberar su pincel, para encontrar caminos nuevos, para modelar con la materia, con el color, este maravilloso autorretrato, que iniciaba la pintura moderna.

El camino de Rembrandt es un camino espiritual que lleva al artista a pensar distinto, a liberarse de las convenciones, de la fama, del éxito, de la posición, incluso de la aprobación ajena, para llegar la risa, a la sabiduria.

En estos tiempos de crisis, en este lugar quiero recuperar el espíritu que todo lo vivifica y de todo se sonríe.